Un mismo mensaje puede decirse de maneras diferentes. La
verdad debe ser dicha en cualquier situación,
de esto no cabe duda, pero la forma con que debe ser comunicada es lo
que
provoca en algunos casos, que la persona que escucha se sienta bien o
mal, que haya beneficios al decirlo así o problemas, es decir que se
transmita como algo positivo o negativo.
Cuando
estamos enfadados, tristes e incluso felices, solemos decir cosas sin
pensar que muchas veces dañan a la persona que nos escucha. Estamos de
acuerdo en que no nos debemos callar la verdad, pero lo que sí podemos
hacer es cambiar la manera de decirlo a una manera más suave.
El valor de las palabras
La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, en cambio, si la envolvemos y la ofrecemos con ternura, será aceptada con agrado.
De cada persona depende elegir las palabras adecuadas para transmitir un mensaje y si algún día no eliges bien, bastará con disculparse e intentar no volverlo a hacer.
Elige tus palabras.
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