"Se puede juzgar el corazón de un hombre por su trato a los animales" Kant

Cada tres minutos, un animal doméstico es abandonado, de los cuales uno de cada tres es un cachorro. Tristemente, España tiene el honor de estar en cabeza en el ránking de los países con mayor número de abandonos de la Comunidad Europea, con una cifra que llega a los 200 mil abandonos. Todo esto a pesar de que existe una Ley que castiga el abandono animal con multas de entre 1.500 y 15.000 euros. 

Decenas de miles de estos animales abandonados mueren deshidratados de calor o atropellados en nuestras calles y carreteras o por espantosas enfermedades o, simplemente son sacrificados.

Nos parece una vergüenza, y algo digno de castigo que alguien abondone a su mascota porque, ¿qué les han hecho para merecer esto?

Puede que en situaciones se comporten mal y rompan cosas pero son animales y si entraron en casa fue de forma consciente y todo el mundo sabe que es un animal al fin y al cabo, por mucho que nos empeñemos en domesticarlos.

Algunas mascotas, en especial perros y gatos, pueden detectar tu estado de ánimo y si estás mal, se echan a tu lado, te acompañan y esperan a que te sientas mejor intentando no molestarte. Siempre están buscando una caricia, o jugar un rato. Suelen ser buenos compañeros y por muy mal que los llegues a tratar  vuelven a buscarte, como si fueran los culpables y quisieran pedir perdón.

En estos momentos tengo a mi lado, a mi perro que desde 6 años me ha visto llorar de risa, llorar por tristeza y enfadarme con todo el mundo y él seguía aquí, sentado esperando a que me sintiese con ganas de jugar. Ya sé que una caricia y tres ladridos no son lo mejor del mundo, pero en ciertos momentos es suficiente para ver que alguien te quiere.

Por otro lado, está la gran compañía que un animal puede llegar a hacer. Personas que viven solas, muy a menudo suelen tener alguna mascota a la que cuidar. Aún más si esta es una persona mayor a la que no le queda mucha familia que la visite; una mascota puede darle el cariño y la compañía que necesita.

Por todo esto, pensamos que ningún motivo justifica el abandono de estos pequeños seres. Si alguien tiene un animal al que ya no quiere en casa por algún motivo, debería darlo a otra persona que lo quiera cuidar y si es un perro, llevarlo a una perrera, pero no abandonarlo en la calle porque lo más importante es que sean bien cuidados y tengan un lugar donde vivir.